La Certificación de Parques de Ocio nace para evaluar de forma integral las condiciones de accesibilidad y seguridad que ofrecen las personas con movilidad reducida o necesidades especiales. Esta certificación analiza no solo los equipos disponibles, sino también los sistemas de seguridad, los procedimientos de soporte humano y toda la experiencia del usuario dentro del espacio.

El proceso comienza justo en la entrada del parque, asegurando que el acceso inicial sea seguro, funcional y sin barreras. A continuación, se evalúa el recorrido completo del visitante, analizando la interacción con cada equipamiento, zona de ocio o estructura de apoyo existente. Se prueban factores como la accesibilidad física, la facilidad de uso, la señalización, la ergonomía, la estabilidad, la seguridad operativa y la adecuación a diferentes limitaciones de movilidad.

Después de este análisis detallado, se identifica y certifica el equipo que cumple con los requisitos de accesibilidad. Paralelamente, también se evalúa el rendimiento general del parque, incluyendo la formación del personal, las medidas de prevención de riesgos, la respuesta a emergencias y la capacidad de proporcionar asistencia personalizada cuando sea necesario.

Al final del proceso, la certificación valida no solo el equipamiento accesible, sino la empresa en su conjunto, reconociendo que el parque ofrece condiciones adecuadas, seguras e inclusivas para los visitantes con movilidad reducida.

Esta certificación contribuye a aumentar la confianza de los usuarios, reforzar la reputación del parque, promover las buenas prácticas y estimular la creación de entornos verdaderamente inclusivos, capaces de acoger a todos los visitantes con dignidad, autonomía y seguridad.